¡Conoce a los personajes de Thronebreaker!

MEVE
Meve era una joven princesa lyriana cuando se casó con el rey de Rivia. Reginald el Poderoso. Un día, su marido murió, y la dejó como única sucesora, convirtiéndose así en la reina de Lyria y Rivia. Los hijos de Meve eran muy jóvenes para gobernar por aquel entonces, y el consejo consideró que sería fácil de controlar. Era el momento perfecto para que sus enemigos de los Reinos del Norte tomaran ventaja de la poco experimentada y descolocada viuda que se estaba recomponiendo, y esperar victorias fáciles.

No sabían lo que les esperaba.

Meve se despojó de la seda y los vestidos, se enfundó en su armadura y se dirigió fuera de la ciudad liderando un ejército, dispuesta a enfrentarse a sus enemigos. Al principio, sus generales eran escépticos, algunos incluso se negaron a seguir sus órdenes. Decapitar a algunos ayudó. Luego, una tras otra, se sucedieron las batallas. Meve las ganó todas y obligó a sus enemigos a rendirse antes de la llegada de las nieves.

Muchos se siguen preguntando cómo pasó. Esta joven mujer que nunca recibió entrenamiento militar, no sabía nada sobre estratégia y no podía distinguir un ariete de una balista, pero que se deshizo de veteranos guerreros como si de peones se de ajedrez se tratase. Algunos dicen que fue porque era extremadamente inteligente, otros, que fue porque pasó las largas noches de invierno leyendo diarios de generales.

Lo que está claro es que Meve tiene una cualidad que la hace única, es absolutamente implacable. Se rodea de gente en la que confía, y se deshace de aquellos en los que no. Rápida y permanentemente.

Excepcional a la hora de leer a las personas y difícil de ser leída, es tajante a la hora de decir lo que piensa. Habla poco, prefiere escuchar a los demás, no muestra emociones, aunque podría fingirlas si hubiera necesidad. La gente dice que es hermosa, con su cabello rubio y sus almendrados ojos azules, pero su belleza asemeja más a la de las estatuas, fría e intimidante.

Rápidamente Meve se convirtió en una temida y respetada gobernante, sin ganas de deshacerse de la corona. Algunos ansían el trono. Pero se mantienen al margen, esperando el momento perfecto.

BROUVER HOOG
Brouver Hoog se acerca a su 400 aniversario, por lo que a nadie sorprende que a lo largo de las centurias haya adquirido algunos hábitos. Por ejemplo, está obsesionado con las tradiciones, todo debe ser realizado acorde con las tradiciones enanas, sin importar lo antiguas o raras que puedan parecer. Sospecha de todo, y roza la paranoia. No le terminan de gustar los forasteros, y no tiene más que desprecio hacia los enanos que adoptan sus costumbres.

Todo esto sería anecdótico, si no fuera porque las manías y los hábitos del gobernante de Mahakam a menudo se convierten en leyes. Brouven cambiar de parecer como cambia de afeitado. Muchos han desistido de intentar persuadirle para modernizarse y abandonar la segura ciudad de Mahakam e instalarse con los humanos. La vida en Mahakam es irritante, especialmente para los jóvenes y ambiciosos enanos.

A parte de eso, Brouver no es un mal gobernante ni un mal hombre. Puede tener sus obsesiones, pero es un experimentado político que durante las últimas dos centurias ha ayudado a Mahakam a sobrevivir y prosperar en tiempos muy difíciles. Sus conservativas políticas, previnieron a los enanos de Mahakam de librar guerras contra los humanos y convirtieron a la subterránea ciudad en una potencia económica.

Así que… no tomes a Brouver por un viejo… o te hará cambiar de parecer con su oxidada hacha de batalla.


DEMAVEND
Demavend debería estar satisfecho con lo que tiene. Después de todo, es un rey. Y no de un insignificante y pequeno reino, como Rivia o Caingorn, ¡si no de Aedirn! Una tierra rica en tierra negra, montanas llenas de preciosos metales, miles de fundiciones modernas y forjas que humean en la cara de sus vecinos. De hecho, no se contenta. Siempre quiere más y siempre tiene la mirada fija en algún lugar del horizonte. Demavend siente que ha sido predestinado para más.

La verdad sea dicha, tiene potencial para ser un increíble gobernante. Es agudo, bien educado y previsor. Un buen político y un general nato.

Lamentablemente, Demavend es impaciente. Quiere mucho y muy rápido, luchar contra todos sus vecinos al mismo tiempo, constantemente cambia a sus consejeros, impone reformas cada pocos meses, antes incluso de que los previos decretos estén implementados. Si no tiene buenos resultados, se frustra y se da a los simples placeres: deliciosa comida y vino dulce. Un gran gobernante que se torna vago y blando.

¿Es Demavend un mal rey? Difícil decir. Pero ansía ser el mejor.
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